viernes, 9 de diciembre de 2011

Episiotomía, una forma de abuso.

En una guía de asistencia al parto en casa de Barcelona, encontré estos dos textos de la literatura científica que me gustaría compartir con ustedes. Dos maneras distintas de llegar a la misma conclusión:

G. Tomasso y colaboradores: “Debemos seguir haciendo la episiotomía en forma rutinaria?” Revista de Obstetricia y Ginecologia de Venezuela, 2002; 62(2): 115-121.

Tomasso empieza por contarnos la historia de la episiotomía y como se llego a creer en los cuatro mitos clásicos de la episiotomía de rutina:

1)      Evitaba el dolor.

2)      Prevenía desgarros.

3)      Acortaba el parto y por ende disminuía la morbilidad perinatal.

4)      Prevenía el prolapso uterino y sus consiguientes secuelas.

Sin estudios que avalaran estas aseveraciones, o con muy pocos, rápidamente la episiotomía de rutina gano aceptación en la comunidad médica y su uso se convirtió en uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentes del mundo. Luego compara los resultados de la evidencia científica con los postulados clásicos y nos dice lo que sigue: (transcribo)

“Evitaba el dolor” FALSO. En lo que respecta al dolor perineal, vaginal severo y a la dispareunia, la revisión no muestra diferencia entre la episiotomía rutinaria y la selectiva. Más aun, el riesgo de sufrir dolor en el grupo al que se le practico episiotomía en forma selectiva fue 29% menor que en el grupo de episiotomía rutinaria. (1)

“Previene desgarros”. FALSO. El uso rutinario de la episiotomía no disminuye la incidencia de desgarro perineal del 3º y 4º grado y su uso restrictivo muestra un menor riesgo de morbilidad incluyendo menor trauma perineal posterior, menor necesidad de sutura de trauma perineal y menos complicaciones en la cicatrización a los 7 días. La evidencia que surge de la revisión nos informa de que, por el contrario, el riesgo de desgarros perineales severos (3º-4º grado), cuando se practica una episiotomía selectivamente, es 16% menor para nulíparas y 29% menor para multíparas. (1) La única ventaja demostrada deriva de la práctica rutinaria es un riesgo menor de traumatismo perineal anterior, pero si bien la episiotomía reduce el riesgo de desgarros anteriores, lo hace a expensas de un aumento en el daño perineal posterior.

“Acorta el parto y por ende disminuye la morbilidad perinatal”. FALSO. Solo un estudio confiable sugiere una reducción en la duración del 2º estadio del parto (2) en tanto que otros estudios encuentran un efecto contrario o nulo sobre este resultado 1. En cuanto a la morbilidad perinatal, el riesgo de depresión moderada al minuto de nacer fue igual para ambos grupos, en tanto el riesgo de ingresar a cuidados especiales para los recién nacidos del grupo episiotomía selectiva fue 26% menor que en el grupo de episiotomía rutinaria. (1)

“Previene el prolapso uterino, la ruptura del septum vesico-vaginal y su consiguiente larga cadena de secuelas”. NO COMPROBADO. Hasta el momento, no hay investigaciones clínicas aleatorizadas que hayan evaluado como resultado la presencia de prolapso, dado que su evaluación requeriría un seguimiento a largo plazo, costoso y difícil de implementar.

(1) Carroli G, Belizan J. Episiotomy for vaginal birth (Cochrane Review). In: The Cochrane Library, Issue 3, 2001. Oxford: Update Software.

(2) Reynolds JL, Yudkin PL. Changes in the management of labour: 1. Length and management of the second stage. Can Med Assoc J 1987; 136:1041-1045.

Y concluye que: El uso indiscriminado de la episiotomia configura una innecesaria agresion a la mujer.

¿Cuantas veces hemos de pedir un tratamiento mas humano antes de conseguirlo?

B. Chalmers: “How often must we ask for sensitive care before we get it?” Birth, 2002; 29:2.

Este  otro articulo es sobre el rol del apoyo emocional para las mujeres durante el trabajo de parto y el parto. Lleno de sentido comun y respeto por el otro, se los recomiendo. Transcribo sobre la episiotomia:

“Aunque las situaciones de abuso se reconocen cada vez más, algunas situaciones que pueden ser consideradas abusivas para las mujeres son, o fueron en el momento de su experiencia, consideradas necesarias o beneficiosas. El cuidado obstétrico habitual como se practica en las sociedades tecnológicamente avanzadas desde hace algunas décadas y en algunos lugares del mundo desarrollado y en desarrollo actualmente pueden ser muy bien clasificadas como violencia contra las mujeres. Los procedimientos son, sin embargo, realizados teniendo en cuenta los mejores intereses de la mujer y sostenidos por la evidencia disponible, aunque a veces inapropiada. Las practicas pueden ser físicamente abusivas, por ejemplo, la episiotomía rutinaria, la reparación extensa de desgarros mínimos, la falta de una adecuada anestesia o analgesia en los procedimientos perineales, la limpieza de la vagina con antisépticos, la exploración anal tras el parto, la exploración rutinaria del útero o la visualización del cuello cervical después del parto, así como procedimientos dolorosos como el afeitado perineal y púbico de rutina y los enemas durante el trabajo de parto. También el vergonzoso, pero habitual e inapropiado, uso de la posición de litotomía, que trae aparejada la sensación de desamparo y pérdida de control en la mujer y la exposición de sus zonas del cuerpo más íntimas, tanto sicológica como socialmente puede ser percibido como una práctica abusiva.”

Así, desde el conocimiento científico o desde una mirada femenina no patriarcal…., tenemos derecho a tomar decisiones sobre nuestro cuerpo y participar en la toma de decisiones de las prácticas médicas que se realizan en nuestro parto.
Autora: Ana Becú

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