lunes, 21 de noviembre de 2011

Decile NO a la Episiotomia

La episiotomía cumple ciertamente algunas funciones, como convertir el parto normal en un acto quirúrgico que sustrae el protagonismo de la mujer para dárselo al profesional, además de satisfacer en ciertos casos motivaciones más o menos conscientes de control y dominación. «Davis-Floyd también señala que la episiotomía, la destrucción y la reconstrucción de los genitales femeninos, permite a los hombres controlar los “aspectos poderosamente sexuales, creativos y amenazadores para ellos...”. En resumen, la episiotomía rutinaria tiene una función ritual pero médicamente no cumple con ningún propósito», afirma la autora Henci Goer.

Elegí este fragmento del libro “La Revolución del Nacimiento” de Isabel Fernández del Castillo para empezar a hablar de la episiotomía. Retomo la frase última de que no cumple con ningún propósito la episiotomía de rutina. Además,  está contraindicada por la OMS quien considera que solo es necesaria en el 10% de los partos.  Hoy en día, la evidencia científica demostró que no sirve para prevenir desgarros profundos sino que estos se generan a raíz de una episiotomía. No se ha comprobado ningún beneficio a largo plazo de la episiotomía. Es otra intervención más que se aplica sin base científica.

 La episiotomía es un corte quirúrgico que se realiza en el periné con la excusa de “ampliar el canal de parto”.  Este “cortesito” se introdujo en la práctica obstétrica como una intervención más que se sumo a la posición acostada.  Forma parte de la cascada de intervenciones que se producen en el trabajo de parto. Es parte de la expropiación de nuestros cuerpos que sucede en manos del sistema médico.

 Acá en la Argentina se utiliza en un 95% el corte medio lateral.  Este tipo de incisión provoca un sangrado más abundante, mayor dolor a corto, mediano y largo plazo, más riesgo de desgarro profundos  y mayor riesgo de padecer incontinencia fecal y urinaria. También aumenta el riesgo de padecer infecciones y hematomas. En nuestro país se practica a más del 90% de las mujeres que paren a su primer hijo y aunque les parezca increíble también a mujeres con partos anteriores.

Lamentablemente se perdió la confianza en la fisiología y el énfasis se puso  en la intervención médica. Así como tienen la visión del embarazo como bomba de tiempo también les resulta patológico e insoportable un periné abombando  con una cabeza coronando. Hablan de daño neurológico en el bebe;  apuran los tiempos con pujos dirigidos, realizan tactos para estirar el periné mientras la mujer puja. Se anula la función de los músculos perineales por el uso indiscriminado de la anestesia peridural como si fuese el elixir de los partos.  Las mujeres son obligadas a parir acostadas por comodidad de los que asisten. Todas estas son las causas de los desgarros graves. Esta es la cruel realidad en la que paren la mayoría de las mujeres en nuestro país…

Podemos elegir!

En Argentina contamos con una ley que incluye a la violencia obstétrica (ley 26485). Esta ley habla del abuso de la medicalización y la perturbación de los procesos naturales. No deben realizarte una episiotomía sin tu consentimiento, no pueden hacerte parir acostada si esa no es tu elección. Deben informarte el porqué de cada intervención y no infundirte miedo (ley 25929).


Podes elegir de que manera parir, en cualquier ámbito!  Podemos evitar que mutilen nuestros genitales. Solo necesitamos que se respeten los tiempos de nuestro cuerpo y los tiempos que nuestro hijo también tiene para nacer. Se puede evitar tanto la episiotomía como el desgarro. Puja cuando realmente tengas ganas, en la posición que te resulte mejor a vos. Se gentil con tu vagina, podes vos misma sostenerte el periné mientras sale la cabeza. Dejate llevar por las sensaciones y disfruta mucho de ese momento mágico e irrepetible.
Autora: Lic. Obst. Natalia Idiart